jueves, 30 de noviembre de 2017

POR DIEGO SIERRA.
Desde nuestra antigüedad el peruano se valió de muchos materiales y recursos para expresar ideas, emociones, percepciones y sensaciones. Utilizó el arte para todas sus creaciones, expresando su sensibilidad con el mundo real o imaginario.
Y es que al tratar de entender la experiencia de los miembros de una sociedad, el papel de los sentimientos mediante el arte es importante para inferir en la historia y construir una identidad crucial, para el desarrollo de la autoestima y autoconfianza y por ende el desarrollo del país.
Expresar libera, redime las frustraciones y expande la alegría. Es un buen mecanismo que se ha ido mejorando con el paso del tiempo, no en vano varias especies la usan para poder sobrevivir en este mundo donde el que no siente ni se comunica, puede ir contra su propia naturaleza.
Uno de los grandes motivos de expresar lo que sentimos es poder manejar los conflictos. Y es que por no expresar los sentimientos se han relacionado algunas enfermedades como los dolores de estómago, infartos, síndrome del colon irritable, etc. Además de deteriorar nuestras relaciones personales con quienes más queremos.
Desde antes de mi generación X, muchos padres negaban a sus hijos que estudien arte y peor si era música o pintura, era casi una obligación ser ingeniero o doctor, hasta ser psicólogo era la penúltima opción. Hoy los niños de ayer, somos los padres que notamos la importancia del arte para el desarrollo de nuestros hijos. El desafío podrá estar en captar lo que queremos lograr dentro de unos años en la sociedad, con la educación de nuestros hijos desde el hogar principalmente.
Si somos una sociedad cada vez más variopinta entonces deberíamos seguir creando y valorando más allá de las leyes políticas y de la poca oportunidad de los medios. Temas que vayan más con lo que estamos viviendo actualmente, poniendo en conjunto nuestros conocimientos, ideas y costumbres según nuestra experiencia, así como lo hicieron hace varios años nuestros antepasados a quienes citaré como muestra solo a algunos de ellos y los beneficios de su arte.

Colores

El hombre se vale la cualidad del color y su energía radiante, utiliza los tintes de su majestuosa naturaleza vegetal, animal y mineral desde la época precolombina, y que aún se conservan a pesar de los años. La cochinilla, el índigo, antanco, chilca, molle y mullaca entre otras, fueron aplicadas a la lana y el algodón con figuras decorativas. Entre los más básicos colores connotan ciertos significados psicológicos como el afectivo azul, el perseverante verde, el amarilloexpansivo y la fuerza del rojo para sus ceremonias, bailes o rituales.
Como en el teatro del Inti Raymi, fiesta en la que el inca adora al sol para que no se aleje en cada solsticio de invierno, invocándolo en la época de cosechas para que éstas sean en abundancia empleando la comunicación corporal, gestual y verbal. La vestimenta de los actores es multicolor, especialmente del Inca que posee además, brazaletes dorados con adornos de plumas sobre la cabeza.

El baile

Asimismo, el sentido del equilibrio se desarrolla en el baile como la marinera, en su vestimenta se exhibe mayormente el blanco de la pureza y el negro de la elegancia, las sensaciones del cuerpo en este baile de pareja simbolizan el enamoramiento, hombre y mujer mediante el coqueteo tratan de seducirse, su expresión de insinuación se da desde lo pícaro hasta lo espontaneo. Al final del baile, gana la mujer porque el hombre cae rendido a sus pies y ella, de pie, hace gala de su belleza.
El Huaylas está entre las más alegres, por ser una danza folclórica que se celebra más en carnavales, también se puede bailar en grupo mediante un zapateo peculiar y pasos con dinamismo, imitando al baile del pájaro zorsal, que encandila con su canto en épocas de cosecha y riqueza agrícola. Tenemos las danzas ceremoniales, religiosas, de salón, de caza, en las que al practicarlas se afianza el fervor por el trabajo en equipo, se transmiten valores como la voluntad, la disciplina y la responsabilidad.

La pintura

La pintura por su lado, genera la memoria visual cuando contamos nuestras vivencias en recuerdos o ponemos en juego nuestra imaginación abstracta mediante imágenes. Se aduce que sin la parte visual no tendríamos identidad por lo que gracias a ella, reconocemos nuestro lugar, nuestro espacio por lo que se considera antes que otros sentidos. El pintor, observa como un científico y cristaliza sus experiencias.
Szyszlo
Por ejemplo, el pintor Fernando de Szyszlo cuenta que en el colegio su interés era por la literatura y escribía poesía, tenía facilidad para las matemáticas y creía que tenía que estudiar Arquitectura y así lo hizo, al final de su primer año al ver que su dibujo era deplorable llevó un curso nocturno de dibujo en la Universidad Católica, ahí sintió que era su vocación, se sintió más vivo, mas realizado y nunca más lo dejó.

La música

Otra expresión artística es la música, aquella que al practicar tocar algún instrumento como la guitarra de Manuelcha Prado, permite la coordinación corporal, sensibilidad auditiva y táctil e influye en la seguridad, ya que se muestra a los demás lo que se sabe y gusta, al compartir talento la concentración se profundiza en la interioridad.
Manuel Chaprado
El ritmo agudiza los sentidos, elimina tensiones, ayuda a vencer miedos al estar en un escenario, se pone en juego la creatividad para la solución de problemas, se ejercita la memoria y facilita la agilidad mental.
Así también, para el canto se desarrollan las habilidades del lenguaje, la respiración profunda abdominal y la memoria, como lo demuestra la mundial Chabuca Granda, muestra de la clásica airosa limeñísima mujer cuyos movimientos elegantes encandilan su voz y su palabra al cantar con el alma, donde la lisura en la flor de la canela se convierte en la sinceridad y la sencillez.
Y es que la sensibilidad humana del artista no tiene límites, como aquel día de 1987 en el que Arturo Cavero y Oscar Avilés hicieron vibrar los corazones latinoamericanos especialmente de los peruanos cuando se presentaron en la sede de la OEA en Washington, donde fueron distinguidos como patrimonio artístico de América.
Cantaron a viva voz “Y se llama Perú” y “Contigo Perú” con mucho ahínco, que hasta hoy cuantiosos peruanos al ver el video derraman lágrimas, hay cosas que solo se sienten: “Y es que Dios a la gloria le cambio el nombre y le puso Perú “… “ojalá pudiera darte mi vida y cuando yo muera unirme en la tierra contigo Perú”.

Cultura y educación

La cultura, la educación del hogar y la escuela son el bastión para que desde niños se pueda aprender a comunicar lo que sentimos, para que de adultos no se tengan problemas semejantes a la de no conectar con los sentimientos y por lo tanto la capacidad de amar y compartir. A esta disminución de la capacidad, se llama alexitimia, que proviene del término griego que etimológicamente significa “sin palabras para los sentimientos”, últimamente muy identificado en la sociedad moderna.
De manera que el arte tiene algo de ciencia y viceversa, ambos inventan, observan y lo plasman en una obra, juntos han modificado el mundo en su evolución, están combinados en la formación de gente que se rebela ante lo establecido, hace el cambio, varía el ritmo del avance de la humanidad y revoluciona, la creatividad del arte muchas veces es el camino de la ciencia y forman parte de la autorrealización.
Sin embargo, hoy en día muchas escuelas se interesan en solo enseñar ciencias y letras, inhibiendo de sus planes de estudio el curso de educación artística, quitando en la vida de los niños la sensibilidad que les permita elevar su espíritu y conocer su mundo interno y un amplio criterio de la vida. Además, en la actuaciones de los colegios, muchos profesores no llegan a encontrar el sentido en sus alumnos del por qué bailar, cantar o recitar una poesía.
Es labor de los pedagogos y profesores incluir en los planes de estudio, formar más personas sensibles a la sociedad y puedan afrontar la deshumanización en la que vivimos como las guerras, corrupción y el extremo individualismo.

Conclusiones

Cada vez se hace más frecuente escuchar, que necesitamos mayor compromiso e identidad como peruanos. Una alternativa que se hizo fue buscar una identidad regional con una tradición en común, forjar así comunidades en que las tradiciones se aprecien y a partir de ahí poder crear una identidad nacional: la peruanidad.
Sin embargo, en la vida moderna muchas tradiciones quedaron en el olvido por no tomarle el sentido adecuado. Por el momento la inspiración por el arte del Perú puede estar esperándonos, y sólo lo conseguiremos si lo cultivamos desde lo más profundo de nuestro ser. ¡Vamos Perú!

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